Se planteó como objetivo analizar la relación entre el funcionamiento familiar percibido por adolescentes y el nivel de agresión. Desde la teoría del aprendizaje social de Bandura se presta especial importancia al valor instrumental de la agresión, debido a que los agresores valoran estos comportamientos como estrategia fundamental para alcanzar un objetivo o, en otros casos, son producto de una patología que refleja entre otras, frialdad emocional.