Interesa en este escrito plantear aspectos relacionados con la discapacidad infantil de origen motor desde una visión que sobrepasa lo biológico y va hasta lo social. Por otra parte, busca destacar las condiciones de esta población e incrementar la sensibilidad social hacia ella.Para la infancia esta es una buena época, porque se está entendiendo la inmensa necesidad de asistirle mediante un profundo cambio en las estructuras sociales y de aumentar sus oportunidades de participación. Estamos en una época en que tratamos de comprender la gente joven (niños y adolescentes), analizar sus necesidades y diseñar estrategias que solucionen sus problemas de mayor prevalencia. Indudablemente no existe el programa perfecto, pues las condiciones cambian, pero las instituciones pueden ayudar a lograr un mayor equilibrio.El sistema de salud en Colombia considera en su estructura la importancia de la promoción, la prevención de la salud y la detección temprana. Sin embargo, estas acciones pierden su valor si no van ligadas al seguimiento temprano de conductas o signos que indiquen disfunción para evitar complicaciones o pérdida de los estados relacionados con la salud.La discapacidad neuromotora en la infancia va ligada a deficiencias, limitaciones y restricciones, como lo plantea la Clasificación Internacional de Funcionalidad y Discapacidad (CIDDM-2), pero estos componentes pueden disminuirse con una intervención temprana e integral.