El eje articulador para entender el problema de la tolerancia a la desigualdad radica en la legitimidad y en el poder, en el sentido de que la legitimidad del ejercicio de cierto poder, de cualquier naturaleza, no exclusivamente político, implica la aceptación de las situaciones que una sociedad considera justas o injustas, a partir del consenso o la represión.Se trata de un poder que se construye desde la interacción y la lucha CAPÍTULO 2.