En este ensayo se examina cómo algunas poetas afrocolombianas representativas de la creación poética del siglo XX han respondido al mandato ancestral de volver a ser donde no habían sido. Las poetas han comprendido la poesía como un territorio propio en el cual asumir su subjetividad y responsabilizarse por significarla y por reconstruir sus contenidos como un acto de autodeterminación. Con resonancias de Sojourner Truth y el Abuelo Zenón, la poesía de estas mujeresnegras parte de una realidad ineludible: hay que desaprender para volver a aprender.