Colombia, como Estado social de derecho, enfrenta grandes desafíos de rango constitucional, referentes a la defensa y la integridad del terri-torio nacional; más aún, sobre la soberanía que ese mismo Estado ejerce. Ejemplo de ello son todas las circunstancias sociales, políticas, culturales y económicas respecto a las que se ha visto el Estado retado a actuar en territorio transnacional con Venezuela. Uno de los más significativos flagelos ha sido el resurgimiento de grupos armados al margen de la ley y grupos organizados, debido a la vulnerabilidad de la zona, que, como bien se sabe, en ocasiones ha sido sinónimo de olvido y desatendida por el Gobierno nacional; incluso, existen flagelos que podrían denominarse nuevas amenazas, que arremeten de forma coyuntural con otro tipo de circunstancias. Determinar, puntualizar y enfatizar los desafíos y cada uno de los flagelos y los actores de criminalidad e inestabilidad en la frontera se torna importante cuando de ello ha devenido gran parte de la historia y de los conflictos en este sector: incluso, ha detonado grandes disputas en el marco internacional; más aún, cuando nos anteceden sucesos de violencia e inseguridad interna, a lo largo de los años.