El objetivo de este trabajo es indagar en un tema que se presenta como inquietud en común para la representación artística: la descomposición de la naturaleza. Analizamos dos producciones contemporáneas: una proveniente de las artes visuales, las esculturas e instalaciones de Kathleen Ryan, y otra literaria, una novela de Samanta Schweblin. Desde geografías distantes, ambas artistas tematizan la descomposición en producciones artísticas que se sitúan frente a tradiciones visuales y literarias que las preceden. Sus obras se interrogan por el porcentaje de “lo natural” que persiste en el entorno que nos rodea así como también por las interrelaciones que hay entre los sujetos, objetos y entornos. Desde una perspectiva comparatista, el diálogo entre ambas muestra preocupaciones afines y resoluciones artísticas en sintonía.