jll^a guerra tropical a diferencia de otras guerras que la li-1 teratura viste de detonante púrpura emerge de mi recuerdo con un rostro lívido, amarillento como el paludismo y el kaki sucio que cubría a los soldados.V la gente sentía venir la gue rra como oliendo la atmósfera.Mi abuela que había visto ya la guerra federal, la revolución azul, la del continuismo y otras guerrecillas locales que ni alcanzaron a tener nombre, siempre la estaba pronosticando y la relacionaba con sucesos cósmicos como la aparición de los cometas, un año de malas cosechas o esos veranos largos achubascados de lentos nubarrones que de tiempo en tiempo dan al clima de Cumbres inusitada destem planza.Pero extensa es Venezuela y la guerra puede irrumpir en