Mucho se ha escrito sobre la alternancia de Colombia entre dos directrices de política exterior: el respice polum y el respice similia. Pero son más bien escasos los trabajos que analizan estas directrices en relación con sus actuaciones frente a los distintos procesos y proyectos de integración regional en los que el país se ha visto involucrado en América Latina. Este artículo ofrece una contribución para llenar este vacío, a través de una mirada longitudinal de la actuación de Colombia en dichos proyectos, buscando mostrar que, si bien la prelación hacia Estados Unidos ha predominado en muchos momentos, en el país también ha habido iniciativas para liderar procesos de cara al fortalecimiento de la integración y la cooperación regionales.