Este artículo propone la piel como un concepto ontológico y fenomenológico indis-pensable para comprender el daño y repensar la dimensión sensible de la reparación. El trabajo tiene cuatro secciones. En primer lugar, introduce la relevancia de la fenomenología para estudiar el daño. En segundo lugar, formula una ontología feno-menológica de la piel a la luz de dos componentes: la heteroafección y la autoafección. En tercer lugar, aplica la ontología de la piel a la violencia. Finalmente, en cuarto lugar, concluye con una conceptualización fenomenológica del daño que permite repensar la reparación como un proceso relativo a la vida sensible.