Desde los primeros libros publicados por Jean Paul Sartre se puede observar la crítica que hace el autor francés a la tradición metafísica de occidente, dirigida en específico a filósofos de la modernidad. Por ejemplo, L’Imagination y lo L’Imaginaire son dos textos consagrados a cuestionar “los grandes sistemas metafísicos”,[1] además, en estas primeras investigaciones, Sartre descubre un principio que le permitiría elaborar su obra El ser y la nada ¿Cuál es este principio? Saber cuál es este principio y su importancia en la elaboración del Ser y la Nada, corresponde al objetivo principal de este ensayo, para lograrlo, se estudiará la crítica que hace Sartre a filósofos de la modernidad (Descartes y Hume) y su propuesta para superar, lo que en palabras del mismo Sartre denomina: “metafísica ingenua de la imagen” (1978, p. 9), que no es más que el hecho de cosificar a la imagen. [1] Así se intitula el primer capítulo de La imaginación.