Diseñar una Interfaz Humano Computador (IHC) es un proceso complejo, su desempeño depende de las necesidades particulares de cada persona. Qué tipo de características debe contener, cuáles son las condiciones neurofisiológicas y cómo es el contexto del individuo, son elementos esenciales para un buen diseño. La literatura ha detectado un sinnúmero de diseños de IHC orientados a personas con limitaciones motrices que no cuentan con los conceptos de usabilidad en toda su amplitud, ni las diferentes pruebas que permitan la evaluación de estos diseños en una forma rigurosa y estandarizada.