Factores fenotípicos, como la morfología de la planta, y físicos, como la densidad de siembra, inciden en la creación de un microclima que influye en el crecimiento de las poblaciones de ácaros fitófagos y benéficos en el cultivo de la yuca. Se evaluó el efecto de tres densidades de siembra (5.000, 10.000 y 15.000 plantas / ha) y de tres clones de yuca: CM 681-2 con un vigor bajo y hoja pequeña; M COL 1505 con vigor y hoja de tamaño intermedios, y M MAL-2 vigorosa y con hoja grande. El M MAL-2 es considerado susceptible a los ácaros, mientras que CM 681-2 y M COL 1505 son de resistencia intermedia. Se realizaron evaluaciones periódicas de la población de ácaros presentes y se calculó el área foliar de las hojas evaluadas, en tres niveles de la planta, para calcular el número de ácaros por unidad de área en cada uno de los genotipos. A la menor densidad (5.000 plantas / ha) se observó el mayor incremento de los ácaros fitófagos y el menor incremento de la poblaciones de ácaros depredadores de la familia Phytoseiidae. La densidad más favorable para el incremento de los ácaros fitoseiídos fue la de 15.000 plantas / ha. La preferencia de los ácaros fitoseídos fue por el clon CM 681-2, que presentó la mayor densidad de ácaros fitófagos por unidad de área.