Antecedentes: Los EPP como: mascarillas, gorro, gafas, batas quirúrgicas, se comenzó a implementar en todo el personal sanitario desde a finales del 2019 cuando se esparció el brote del coronavirus, con el objetivo de salvaguardar al personal intrahospitalario. Metodología: Se realizó una revisión narrativa a través de diversas bases de datos desde el año 2020 al año 2022; la búsqueda y selección de artículos fue llevada a cabo en revistas indexadas en idioma inglés y español. Se utilizaron como palabras clave: manifestaciones cutáneas, uso de EPP, personal de la salud. Resultados: El uso prolongado de los elementos de protección personal, implica un menor riesgo de trasmisión de virus. Pero esto también puede generar manifestaciones cutáneas graves en el profesional de la salud. Conclusión: Es necesario poner en marcha acciones sistematizadas para mejorar la calidad de las condiciones de trabajo, tiempo y características del uso de los EPP, así como acciones que nos ayuden a prevenir las lesiones cutáneas producidas por estos.