La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica de alto impacto que afecta la calidad de vida de aquella que lo padece con signos y síntomas que producen excitación, alteración de la percepción, conductas delirantes, alucinaciones y habla desorganizada, también presentan síntomas negativos que ocasionan desconexión del entorno, si bien la mayoría de los pacientes con esquizofrenia responden al tratamiento con neurolépticos de primera o segunda generación, hasta un tercio de ellos no responden y son resistentes al tratamiento en el rango de 13 a 43 %, se han propuesto varias hipótesis con respecto al mecanismo neurobiológico subyacente de la esquizofrenia refractaria, incluida la hipersensibilidad a la dopamina, los subtipos hiperdopaminérgicos y normodopaminérgicos, la desregulación del glutamato, la inflamación y el estrés oxidativo, y la desregulación de la serotonina, produciendo resistencia a medicamentos para tratar esta enfermedad.