Ante las dudas sobre el papel de la Unión en la protección del Estado de Derecho, hay que comprender que ese valor ha sido consubstancial a la integración europea desde su origen y que la Unión debe poder protegerlo con medios eficaces, para defender su propia integridad como Unión de Derecho. La concepción del art. 7 TUE como el procedimiento exclusivo para la protección de los valores fundamentales de la Unión es incorrecta. La Unión puede proteger su presupuesto contra el impacto o los riesgos de las violaciones del Estado de Derecho mediante medidas legislativas. Ahora bien, la crisis del método comunitario y las tendencias intergubernamentales de la Unión siguen estando en tensión con la posibilidad de una acción efectiva en este ámbito.