En las aulas de la Universidad del Rosario aún hacen eco las enseñanzas del profesor Cruz Velandia, quien partió tempranamente, pero dejó un robusto legado al campo de la fisioterapia, a la academia, pero sobre todo a sus estudiantes, a quienes les inculcó la perseverancia; los instó a cuestionarse sobre las realidades de los pacientes y, ante todo, les enseñó a pensar con el cuerpo, a ver su profesión desde un enfoque holístico, desde una visión humanista.