El presente artículo corresponde a la primera parte de una investigación en torno al cruce de la cordillera central por el Páramo de Las Papas. Este es un camino que cruza una de las zonas hídricas y biodiversas más ricas del país y del mundo: el Macizo colombiano. Esta ruta de plantas, animales y hombres ha estado presente a lo largo de la historia humana, gracias a que su topografía la ha construido de forma natural y a que es usada y modificada constantemente por los transeúntes de turno. Así, este trabajo cuenta solo una pequeña parte, un pequeño fragmento, de aquella historia milenaria: la del tiempo de la monarquía hispánica. La brevedad del texto obedece a los límites del artículo, lo que le permite ser una provocación para los que quieran aventurarse a estudiarlo con más profundidad.