Los rellenos faciales (RF) son un tipo de dispositivo inyectable empleado para dar un aspecto uniforme a la piel y disminuir las imperfecciones o defectos de esta. Su uso está aumentando, estimándose para el año 2020 un total de 13,2 millones de procedimientos mínimamente invasivos a partir de esta técnica . Los RF pueden presentar reacciones adversas momentáneas autorresolutivas o permanentes con desenlaces devastadores en la salud y en la calidad de vida de los pacientes . Las complicaciones permanentes dadas por los RF se caracterizan por la deformidad perilesional, eritema, edema y dolor, las cuales aparecen meses y años posteriores al procedimiento; la formación de biofilms sobre el cuerpo extraño y el desarrollo de granulomas con posterior diseminación son fundamentales en el entendimiento de la fisiopatología y el tratamiento de las complicaciones