Los procesos de integración se han enfocado en crear escenarios para favorecer el intercambio comercial y el flujo de inversiones de los países; sin embargo, los avances tecnológicos implican, entre otras cosas, que no es necesario buscar economías externas para disminuir costos, sino que el uso de ciertas tecnologías también puede hacerlo. En este sentido, las imperfecciones de mercado de las que hablan los teóricos del comercio, y que justifican la expansión de las empresas fuera de sus fronteras nacionales, no necesariamente implicarán la internacionalización del proceso de producción, porque la tecnología disminuiría los costos. Esto genera, entre otras cosas, desempleo tecnológico.