Con este ensayo se busca animar a los jóvenes académicos a aprender, utilizar y contribuir con la teoría de la contabilidad. En esta invitación se argumenta que ella tiene tradición, es importante y puede ser divertida. Su linaje proviene de la revolución científica en educación e investigación sobre gestión, posterior a la Segunda Guerra Mundial. Es relevante porque su interacción exitosa con el trabajo empírico es lo que en definitiva hace avanzar a una disciplina. Además, puede ser una actividad agradable para todos los académicos, ya sea como consumidores o como productores de esta.