Como plantea José Joaquín Brunner, hay un cambio alrededor del mundo en los sistemas de educación superior desde el gobierno y las corporaciones académicas (como se entienden actualmente) hacia el mercado, es decir, hacia unas dinámicas institucionales que fuerzan a las universidades a competir entre sí por alumnos, por personal académico y por reputaciones, y a financiar sus actividades por medio de recursos obtenidos de una diversidad de fuentes fiscales y privadas. Este cambio se entiende como una privatización, comercialización y/o mercantilización de la educación.