Este análisis permite comprender los orígenes ideales de la formación de una cultura de participación para el desarrollo de la democracia deliberativa, como la plantea Jürgen Habermas y tiene como propósito describir la importancia de la relación que, por su preponderancia, establecen los medios de comunicación con los ciudadanos en la vida moderna, por los imaginarios que refuerzan y por la posibilidad de convertirse en actores políticos de las democracias actuales en la identificación del mundo de la vida del individuo y de su lucha por la consecución de espacios de deliberación en la esfera pública que lleven al reconocimiento de sus derechos de ciudadanos.