Los Anticonceptivos Hormonales Femeninos son uno de los medicamentos con más incidencia social en la Historia. Este medicamento se piensa ser un hito en la emancipación femenina al mandato reproductivo. En esta investigación demuestro que no lo es. Gracias a este dispositivo de poder se sigue responsabilizando a las mujeres de la reproducción de la especie, reconociéndolas como sujetas sexuales pero no como sujetas de placer. Además del sinfín de efectos secundarios a la salud, los Anticonceptivos Hormonales Femeninas tienen implicaciones éticas y afectivas negativas con respecto a lo que significa ser una mujer y lo femenino. Apoyada en Foucault, Aristóteles, Preciado y el movimiento de Ginecología Autogestiva, hago una propuesta para deconstruir la perspectiva patogenizante que se tiene de la fertilidad femenina, en vistas de construir una nueva perspectiva: la Fertilidad Soberana.