El asentamiento informal Domingo Savio de Suaita Santander, conformado por 48 familias hace aproximadamente 20 años, está en una situación socioeconómica precaria que degrada sus ambientes de vida, con presencia marcada de fenómenos sociales como la mendicidad, delincuencia, consumo de sustancias psicoactivas, violencia, analfabetismo en los adultos, padres sin pautas de enseñanza y un entorno inadecuado de habitabilidad. Tales condiciones propician la generación de entornos no protectores para los niños y niñas, frente a la violencia. Para atender estos casos se cuenta con entidades públicas como la Comisaría de Familia, el Hospital municipal, la Policía Nacional y la Secretaría de Salud, encargadas de restablecer los derechos de los menores. Los agentes públicos que deben involucrarse en busca de mitigar estas conductas actúan según su competencia y sin una lógica articulada en función de la prevención y mitigación de las causas. Como objetivo se planteó diseñar una estrategia de intervención intersectorial y comunitaria, para generar entornos protectores a niños y niñas, utilizado como metodología la práctica basada en diagnóstico. Durante el diagnóstico se realizaron visitas de campo, aplicación de encuestas y realización de conversatorios con las instituciones públicas, percibiendo que estas, aun conociendo las condiciones sociales del sector siguen actuando individualmente