Con el propósito de comprender ¿Por qué una política social tiene que ser democrática? o ¿En qué cambian sus resultados y sus formas de implementación si se direcciona desde un enfoque participativo y permanentemente abierto a la dinámica social?, se orienta una reflexión sobre la relación entre Política Pública y Democracia. En este sentido, este trabajo busca establecer un marco interpretativo de los efectos del control social en la política de seguridad alimentaria en Bogotá, específicamente en el programa de Comedores Comunitarios, para lo cual se elabora una aproximación teórica sobre el control social y una caracterización de los mecanismos que utiliza el ciudadano para relacionarse con la administración pública| así como de los temas que le generan interés, y de los resultados que se alcanzan con estas acciones. Estos elementos permiten comprender en parte, qué tanto se deja transformar la política social por las iniciativas ciudadanas. El argumento central consiste en demostrar la brecha, entre los planteamientos de carácter democrático de este programa, entre los que se destacan elementos como la inclusión social, el impulso de la productividad y el fortalecimiento del sujeto social en el proceso de garantía del derecho a la alimentación| y los resultados poco vinculantes de los ejercicios de control social realizados en el año 2008, a pesar de que esta práctica ciudadana aporta a la gestión de la información, a la resolución de problemáticas, a la modificación de decisiones públicas, y a aumentar la responsabilizarían del agente público ante daños causados, lo que redundaría en una intervención más legitima y asertiva del Estado. ¿La política social está en deuda con la democracia?