El cabello humano, aunque es considerado un residuo no peligroso y de carácter sanitario, tiene una composición fundamental para el enriquecimiento de la tierra y para la nutrición de las plantas. Por ello, este artículo tiene como principales objetivos explicar, desarrollar y definir a partir de variables cuantitativas las incidencias que tiene el cabello humano en las plantas con base en un informe previamente generado. Además, se propone una solución para evitar el desperdicio de este recurso, convirtiéndolo en abono orgánico y aprovechando los residuos generados en diferentes establecimientos de belleza, con la finalidad de evitar daños en el medio ambiente a la hora de incinerar dicho material e impulsando la suplantación de diferentes abonos o fertilizantes químicos industriales, que en su mayoría conllevan repercusiones y daños en un ecosistema.