Con la expedición de los convenios 107 y 169 de la Organización Internacional del Trabajo se empezaron a consagrar y reconocer los derechos de los grupos étnicos en el mundo, entre los cuales se destaca el acceso y garantía a una educación propia. Asimismo, se presentó el nacimiento del nuevo constitucionalismo latinoamericano incorporado en nuevas Constituciones suramericanas, que buscan proteger las creencias y resaltar las tradiciones de los pueblos indígenas. Se destaca que la Constitución Nacional colombiana de 1991, a diferencia de su antecesora de 1886, se caracteriza por ser pluriétnica y multicultural. En el presente artículo se busca entender, reflexionar y analizar sobre el derecho a la etnoeducación indígena en Colombia, partiendo de una visión holística desde la teoría dogmática, constitucional y legislativa para resolver el interrogante ¿cuáles han sido los aportes que se efectúan desde el nuevo constitucionalismo latinoamericano a la etnoeducación indígena nacional? Dicha inquietud se solucionará mediante la presente investigación cualitativa, la cual permite determinar mediante el estudio integrativo socio-jurídico, qué avances constitucionales y qué aportes realizan los dogmáticos de la nueva corriente constitucional a las luchas de los indígenas por la reivindicación de sus derechos. Finalmente, el presente estudio lleva a vislumbrar si la estructuración de la Constitución Política colombiana de 1991 y el nuevo constitucionalismo latinoamericano se complementan y apoyan de manera efectiva para garantizar el respeto a la etnoeducación de los pueblos indígenas, en cuanto a sus costumbres, su forma autóctona de educarse, de vivir su cosmogonía y de elegir a su propio etnoeducador indígena.