En la sociedad se ha venido avanzando tecnológicamente y se reguló el teletrabajo, el cual se intentó implementar durante la pandemia por covid-19. En Colombia, ante tal evento, se le llamó trabajo en casa, ya que muchos empleadores en su momento no habían evolucionado hacia teletrabajo. Por lo tanto, apareció la figura del trabajo en casa, que no estaba regulada por el Estado y obligó tanto a empleadores como a trabajadores a desarrollar sus labores desde la casa como consecuencia del aislamiento. Como efecto, esto introdujo las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC) dentro de los hogares para desarrollar las actividades. Las TIC invadieron los espacios personales de todos y, con el trabajo en casa, se llegó a confundir en la actualidad cuál es el espacio personal y cuál es el ambiente laboral. A partir de las TIC, los empleados perdieron espacios como el desayuno, el almuerzo, la cena, el de juego con sus hijos, el de gimnasio, el estudio, el de pareja, etc., debido a aplicaciones de comunicación como WhatsApp, Telegram, Teams, Hangouts Meet, entre otras, que los mantienen conectados de manera permanente al trabajo. Así, se extendieron las jornadas laborales, ya que por tales medios somos notificados de las diferentes actividades o mensajes relacionados con el trabajo las 24 horas, los 7 días de la semana. El derecho a la desconexión es el derecho que tiene el trabajador a que se le respete su tiempo y el de su familia, fuera de jornada laboral, con el fin de que no le sean vulnerados sus derechos fundamentales por no atender mensajes, tareas o actividades, una vez se hubiera finalizado su jornada laboral. Con este documento, se trata de dar un marco donde empleadores y trabajadores respeten las jornadas laboral y personal de todos los miembros de la sociedad, independientemente de si están o no dentro de la misma empresa, actividad comercial, económica.