Abordar la pandemia como un acontecimiento, como una irrupción de un Real que tiene efectos sobre la subjetividad del parlêtre, el hablante ser, introduce la incertidumbre y coloca al sujeto en lo individual y en el colectivo en una suerte de “i-realidad traumática”, por cuanto lo aboca a vivir en suspenso por tiempo indefinido, en el instante de ver los efectos de enfermedad y muerte causados por el coronavirus, sars-cov-2. El presente artículo trata de desentrañar desde qué significante amo, S1, se forja el “idioma de la bioseguridad” y cómo apunta a producir un nuevo cuerpo, impuesto al cuerpo de las costumbres del sujeto del tiempo anterior a la pandemia.