Este artículo ofrece una reflexión sobre la violencia que se describe —en relación con la familia, la identidad trans, la migración y la “enfermedad” (el VIH-sida)— en la novela El verbo J (2018), de Claudia Hernández. Se estudian, por tanto, las distintas formas en las que el orden social y sexual comprime a los sujetos, sobre todo a aquellos que se encuentran en una situación miserable (porque ahí han sido ubicados). Nos centramos en el personaje principal del texto, para comentar las vulneraciones que sufre y lo que ellas implican en formas de rechazo, explotación, marginación, etc., pero también en formas de resistencia, convivencia y creación de vínculos solidarios.