Esta aproximación a la obra de Mario Levrero está pautada por las afinidades temáticas y estilísticas que, a mi juicio, existen entre los artículos que el autor uruguayo escribiera para la revista montevideana Posdata entre los años 1996 y 2000 (Irrupciones) y su escritura autobiográfica precedente (Apuntes bonaerenses, Diario de un canalla, El discurso vacío) y póstuma (La novela luminosa, Burdeos, 1972). La fuerte dimensión introspectiva y rememorativa presente en ambos arcos narrativos (de ahí, la importancia cardinal que asigno al concepto de retorno), aunada a una intensa y definitoria retroalimentación, posibilitan la inclusión de Irrupciones dentro de la producción textual autobiográfica del escritor uruguayo; más aún, su caracterización como diario.