Los movimientos migratorios implican un intercambio cultural entre personas y realidades territoriales diversas. Estos flujos influyen en el patrimonio cultural intangible y en la identidad de las personas que emigran y en la de las que residen en el país de destino. En este proceso, la educación es una de las herramientas más poderosas para fomentar la salvaguarda del patrimonio inmaterial y contribuir a valorar la riqueza de las distintas culturas que se encuentran o emergen en la emigración. El objetivo de este trabajo es aproximarse a la realidad emigratoria de la población gallega actual, con el fin de conocer como ha sido su proceso de adaptación al país de destino y determinar qué elementos identitarios y culturales se han transformado o mantenido. A través de las entrevistas realizadas, se constata que hay factores culturales que se tratan de preservar por motivaciones personales o por nostalgia. Entre ellos uno de los más importantes es el idioma, a través del cual se preserva la identidad individual y colectiva de la comunidad gallega emigrada.