La emergencia sanitaria por covid-19 en Colombia no solo afectó la salud física de toda la población; también incrementó las violencias en contra de las mujeres y las personas LGTBI, convirtiéndose así en una epidemia silenciosa. Con las medidas de cuarentena obligatoria se elevó el número de denuncias de violencia de género, aumentó el desempleo de las mujeres y muchas, que son trabajadoras domésticas, durante el confinamiento no recibieron remuneración alguna. Entre otros hechos sociales y familiares, el abordaje de esta problemática social parte, entonces, desde la crianza, los hogares, los determinantes sociales, la divulgación e incluso de acciones que prioricen a aquellas mujeres que desconocen sus derechos, así como la diversidad de violencias de a las cuales son sometidas; por tanto, con la participación social - ciudadana se busca que confluyan redes de construcción sobre nuevas posturas para contrarrestar la violencia de género, la de-construcción de representaciones sociales e imaginarios conforme al rol del género y la re-construcción de alternativas, apuestas y nuevas propuestas que lleven a cambios significativos sobre el trato hacia la mujer en los diversos contextos y desde todas las aristas posibles.