Zigzagueante y haciendo camino, la diversidad étnica fluye a veces escurridiza yotras abiertamente por la geografía colombiana. Descendientes de la anacondapiedra - Tuyuca-, la anaconda agua -Macuna-Sara-, la abeja del río -Carapana-,gente ceniza -Tanimuka Ufaina-, gente nube -Sirianos-, gente Zancudo-Taiwano Eduria-, gente pez -Piratapuyo-, gente paloma -Yuruti-, gente del hacha-Andoque-, gente del río de la caña silvestre - Sikuani-Guahibo- gente delterritorio -Paez o Nasa Kiwe-, son algunas de las denominaciones con las queuna docena de los 81 grupos étnicos indígenas de Colombia se identifican a símismos.La riqueza cultural que reflejan estas sugestivas denominaciones contrastacon la pobreza estatal-institucional y muchas veces académica con que seha querido homogenizarlas, llamándolos desde la conquista “indios”.Lo que los procesos de conquista y colonización no lograron en el ordenpolítico, económico y social, se alcanzó en el plano socio- lingüísticouniformando todas las manifestaciones aborígenes de diversidad encontrada,con la clasificación inicial de salvajes; posteriormente, y hasta hoy, con la deindígenas.