Durante muchos siglos, las transiciones de la guerra a la paz o del autoritarismo a la democracia fueron moldeadas casi por completo por la política.La necesidad de poner fin a la violencia determinaba cuáles eran las soluciones jurídicas que se adoptaban para lograr una transición.Así, el derecho no era visto como un límite real a la política de la transición, sino más bien como un instrumento para cumplir sus metas.Esta situación ha cambiado en las últimas décadas.El auge de la conciencia humanitaria y la reciente evolución de los estándares internacionales y nacionales de derechos humanos 1 han impuesto la necesidad de proteger los derechos de las víctimas de atrocidades cometidas en el régimen anterior a la transición.Esto explica que el uso del lenguaje de la justicia transicional se