En nuestra actualidad educativa con frecuencia se comenta acerca la pugna entre conocimiento teórico y formación técnica. En ocasiones pareciera que el discurso sobre lo técnico se redujera a un principio de reclutamiento de mano de obra calificada que se adapte sumisamente a las necesidades del sector productivo de nuestra estructura económica. Con Kant se manifiesta un planteamiento mediante el cual, el conocer, no se encumbra y se desliga de la sociedad y los controles éticos que esta debe admitir para la evolución razonable y libertaria del ser humano. Recordando algunos principios de su obra Sobre pedagogía, y correlacionando los conceptos capitales de la obra kantiana con su pedagogía, este artículo de reflexión quiere contribuir a la formulación de una perspectiva educativa integral que se proyecta en lo ético, tal y como acertadamente planteó en su momento el sabio de Königsberg