En el presente artículo se evidencia la necesidad de establecer programas formativos dirigidos a la población adulta mayor, con el propósito de implementar propuestas educativas que favorezcan el desarrollo individual y permitan participar adecuadamente en los proyectos de inclusión social, con un carácter integrador y un factor de crecimiento en la vejez, que facilite vislumbrar la educación permanente como un escenario de aprendizaje a lo largo de la vida, a fin de proporcionar una prolongada existencia productiva.