Sobre este proceso de investigación y de vida, narrado a lo largo de los tres conjuntos o tomos y los ocho enlaces que componen esta obra, no me resta decir nada más. Ciertamente, más que palabras, lo que me falta es calle, acción, interacción, intercambio, circulación. Más que conclusiones, quiero tener caminos donde pueda deambular, errar, corpografiar y gritar para así poder fisurar y sembrar.