En este artículo se propone una definición múltiple de corrupción que tome en consideración los tres tipos de corrupción -individual, institucional y sistémicasusceptibles de ser encontradas en cualquier régimen político. Se propone estudiar la corrupción en directa continuidad con la propensión a la cooperación y se procede a anclar la corrupción sistémica como causa del cambio de régimen político en la tradición política occidental, mostrando su relevancia para las democracias modernas. Se estudian los impactos de la corrupción, procediendo al cuestionamiento de la teoría del ciclo de vida de la corrupción y su relación con desarrollo económico. Se señala la necesidad de imaginar alternativas para abordar la corrupción sistémica, que incluyen diferentes y mejores mediciones de la corrupción, especialmente de la corrupción institucional y sistémica, imprescindibles para mejorar la eficacia de las intervenciones anticorrupción.