La educación: a manera de contextualización.La educación sin duda alguna se ha constituido como una práctica y acto social trascendental, en la medida que a través de diversidad de medios (implícitos o explícitos) se convierte en un poderoso medio de socialización (Durkheim, 1970), ésta entendida como el proceso de inserción de los individuos desde el mismo momento de su nacimiento a la dinámica de la vida colectiva, es decir, que "fija" en la conciencia de ellos, determinado imaginario social o conjunto de ideas sobre la naturaleza humana, sobre las cualidades, habilidades, valores morales, éticos y políticos de los sujetos, sobre los saberes básicos necesarios para poder hacer parte de la sociedad, sobre el individuo, la importancia respectiva de nuestras diferentes facultades, el derecho, el deber, el progreso, la ciencia y el arte; proceso que empieza generalmente con la familia y continúa a través de toda su vida, principalmente, con la educación institucionalizada, aunque actualmente adquieren también mucha importancia los medios masivos de comunicación.Los diferentes matices de los ideales que se interiorizan construyen significados de la realidad en los sujetos, en conjunto, esquemas