Métodos semipresenciales de educación y constantes cambios en la forma como se construyen metodologías para realizar mejoras en el proceso de aprendizaje de los estudiantes han generado espacios donde formas tradicionales de aprendizajes se invierten y permiten nuevas formas de interacción entre profesores y estudiantes, optimizando los tiempos de aprendizaje y de enseñanza entre los dos protagonistas (Velegol, Zappe y Mahoney, 2015).