En momentos del Plan Colombia -signado hasta por Kinssinger de belicista— como forma específica de la globalización, recuperar la acomodaticia pala IDENTIDAD para tratar de situarla convenientemente en el debate que promulga la resistencia a las agresiones desdibujadoras del ser y de la vida en su diversidad, es obligación de todo ser pensante. Aquí van retomados intentos que buscan servir de pertrecho en el tiempo de las definiciones que nos impelen a tomar.