El análisis económico ha tenido una evolución importante y se ha adaptado a las dinámicas sociales de cada época. Por ejemplo, en la primera revolución industrial, el cambio en la producción de bienes de uso y de consumo redundó en nuevas teorías económicas. Ahora, con la cuarta revolución industrial los retos se enfocan en explicar los continuos movimientos industriales, soportados en innovaciones recientes propias de la economía digital asociadas a las cultura de modelación de datos con algoritmos (Breiman, 2001), la inteligencia artificial, la modelación basada en agentes y otros métodos propios de las ciencias de la complejidad como el análisis fractal de series de tiempo.