El presente texto realiza una aproximación etnográfica a la complejidad relacional presente en los territorios amazónicos, donde las rutas de cuidado y cura detonan un hecho que no puede pasar desapercibido: la presencia de las instituciones religiosas, que hace eco hasta tiempos presentes y marca con heridas profundas la historia y los cursos de vida que allí se tejen. Estas marcas hacen parte de un legado principalmente misional de la iglesia católica, manifiesto en jesuitas y franciscanos, que además de disputas espirituales deriva en tensiones y re-existencias entre los sujetos actores de los procesos de cuidado y cura.