La tarea del cuidado se asocia con la labor femenina y a la maternidad. El trabajo de Badinter (1981) pone en cuestión la existencia del amor maternal. Por un lado, la decadencia de la autoridad paternal frente a la emergencia de la maternidad como valor fundamental para la inserción efectiva del sujeto en lo social, por otro lado, el lugar que ocupa el niño en la sociedad moderna y los efectos en la reconfiguración de los lazos familiares. En su recorrido histórico puede observarse que el amor maternal no existió siempre, se trata más bien de una construcción moderna. De hecho, demuestra que lo predominante en el antiguo régimen era más bien la indiferencia materna. El estudio de los casos de abandono y la crianza a manos de las nodrizas, constituyen la base argumentativa y demostrativa. Es con la emergencia de los discursos liberales burgueses como aparece la crianza materna como rol fundamental de la mujer.