Para conceptualizar las competencias genéricas se hace necesario realizar una revisión sucinta del constructo desde la psicología del trabajo. Así las cosas, se define este como una mezcla de comprensión, conocimiento, habilidades y capacidades (Cabeza et al., 2015). Una competencia supone la integración de una serie de elementos (conocimientos, técnicas, actitudes, procedimientos, valores) que una persona pone en juego en una situación problemática concreta al demostrar que es capaz de resolverla (Villa & Poblete, 2011).