En Pamplona 3 pareciese que no pasara el tiempo.La pesada arquitectura patrimonial con sus iglesias, patios enclaustrados y balcones; los antiguos solares sembrados con manzanos y duraznos; los tradicionales amasijos de la herencia peninsular; las fisonomías de sus raizales, y el pensamiento conservador, más que características propias, son efectos residuales de un pasado que pervive y que se respira aún al recorrer sus calles y pasajes.La "venerable matrona de cabellera Gris" (Hernández, 1999, p.7) a la que se refirió el presbítero francés Rocheraux (1889-1967) 4 , a principios del siglo XX con una mirada de viajero, era representación fiel del peso de la cultura y de las costumbres de una ciudad que ha ostentado a través del tiempo y hasta el día de hoy, de ser poseedora de "mil títulos" (Alcaldía de Pamplona, 2021), entre los que se encuentran Ciudad Mitrada, La Atenas del Norte, Ciudad de las Neblinas, Pamplonilla La Loca, Ciudad Estudiantil, Ciudad Patriota, Muy noble y muy hidalga ciudad, Ciudad de Ursúa, entre otros.