La globalización como proceso integrador y generador de relaciones de interdependencia en el que convergen aspectos tecnológicos, económicos, políticos, sociales, culturales y ahora ambientales, ha sumergido a la sociedad en una etapa de cambios que han llevado incluso a que poblaciones que parecían poco influenciables experimenten transformaciones que ahora determinan su forma de actuar, de pensar, de vivir y de consumir.