En contraste a la noción tradicional de Historia anclada al pensamiento cronológico y los cánones estilísticos del arte, surgen una suerte de microrrelatos visuales que, distantes de las simples metáforas asumidas en la creación gráfica, admiten una lectura entre líneas de la Historia como escenario para dinamizar la memoria y las prácticas artísticas. Es así como estos microrrelatos visuales entran en diálogo con las concepciones del pasado y sus incidencias en el presente para irrumpir en aquellos discursos hegemónicos replicados desde la Historia en su perspectiva monumental y anticuaria.