La principal variable internacional para entender la política exterior de México es su vecindad con los Estados Unidos. La entrada en vigor de la Constitución de 1917 presentó un escenario particularmente difícil en esta relación en la década de 1920. Este artículo argumenta que México utilizó la diplomacia cultural para contener las tensiones con Estados Unidos y facilitar las negociaciones bilaterales. Para ello, primero analiza las estrategias de diplomacia cultural mexicana. En seguida, estudia las acciones concretas llevadas a cabo para la difusión de la cultura mexicana en Estados Unidos. Posteriormente, evalúa la aplicación de estas estrategias de diplomacia cultural, identificando cambios significativos en la actitud hacia México de importantes actores estadounidenses, así como el incremento en la cooperación entre ambos países.